Después de la adopción, es muy habitual tener dificultades para enseñar a nuestro cachorro a ir al baño, o a la zona escogida para ello. En un principio puede parecer muy complicado modificar esta conducta, no obstante, con las pautas apropiadas podrás hacer que tu cachorro evacue en el lugar indicado, solo necesitarás tener paciencia y ser muy constante.
Recuerda además que los cachorros suelen aprender a orinar en el periódico entre los 3 y 6 meses, no obstante, algunos tardan hasta los 12 meses en lograrlo. Sigue leyendo este artículo de ExpertoAnimal y descubre cómo enseñar a un perro a ir al baño, en el periódico.
1. Consejos para enseñar a un perro a hacer sus neces >
Antes de explicarte cómo enseñar a un perro a ir al baño, será fundamental realizar unos pasos previos y tener en cuenta algunos consejos básicos, de no ser así, este proceso no funcionará. Tenlos en cuenta y aplícalos todos:
- El corral para perros: se trata de un espacio delimitado en el que dejaremos a nuestro perro cuando nos marchemos de casa y también será el lugar elegido para hacer sus necesidades. Debe ser un espacio grande (puede ser incluso una habitación) y es muy importante elegir una zona de la casa tranquila y sin tránsito. Por ejemplo, el recibidor o el pasillo no serán buenos lugares, mejor utilicemos una habitación o el comedor.
- Las horas de micción: generalmente el cachorro suele orinar al despertarse, después de comer y después de realizar ejercicio o un juego intenso. Esos serán los momentos ideales para acercarle a su zona y permitirle orinar allí.
- Sigue siempre las mismas rutinas: la regularidad evita el estrés y ayuda a tu perro a comprender mejor. Por tanto, si siempre sigues el mismo horario de comidas y juegos, probablemente tu perro aprenderá a orinar en el lugar apropiado antes.
- Evita el castigo y premia los aciertos: es fundamental entender que jamás podemos regañar a un cachorro por hacer sus necesidades en el lugar equivocado, debemos recordar que el error es nuestro por no anticiparnos o prever que vaya a hacerlo. Por el contrario siempre premiaremos los aciertos, de esta forma lograremos que recuerde mejor.
- Elimina los baños prohibidos. Cuando el cachorro hace sus necesidades en un lugar equivocado, quedan olores a orines y heces que lo van a motivar a volver hacerlo. Este comportamiento es natural en los perros, y suele alargar el tiempo de entrenamiento para ir al baño. Elimina esos olores y aplica un repelente de perros hecho con ingredientes naturales.
- Acude al veterinario: el cachorro necesita recibir sus primeras vacunas sobre los 3 meses de vida, por esa razón y aprovechando la visita al especialista, será básico consultar con él todas nuestras dudas y descartar cualquier problema de salud que esté complicando este aprendizaje.
- Limpia de forma exhaustiva: eso sí, nunca utilices productos como la lejía o el amoniaco, es preferible emplear productos enzimáticos.
Si sigues estos consejos descartarás cualquier problema de salud en tu cachorro y favorecerás que aprenda a orinar en el periódico mucho más rápido.
Preparación del corral para cachorros
Una vez tengamos la estructura del corral para cachorros montada, será el momento de cubrir la zona con papel de periódico. Así mismo, recuerda que existen otras opciones que no son papeles de periódico, por ejemplo, en el mercado puedes encontrar los "empapadores para perros", toallas especiales para el suelo que absorben los malos olores. También puedes utilizar hierba artificial u otros productos.
Recuerda que el corral para cachorros debe ser lo suficientemente grande como para que los desechos y orines no estén cerca de su plato de comida ni de su casa. Tu perro tendrá que estar en ese cuarto todo el tiempo que no puedas supervisarlo. Por supuesto, tienes que dejarle algunos juguetes (grandes, que no pueda tragar) para morder, su cama y su recipiente de agua. También déjale su plato de comida si va a necesitar alimentación durante el tiempo en que estés afuera.
A medida que pase el tiempo, te darás cuenta que tu cachorro prefiere algunos lugares para hacer sus necesidades. Cuando notes esto, puedes empezar a reducir el área empapelada.
Identifica el momento en el que tu cachorro quiere orinar
Lo normal es que tu cachorro haga sus necesidades a las mismas horas, no obstante y si no es así, también, existen señales corporales que podemos identificar y que te ayudarán a la hora de enseñar a un perro a ir al baño:
- Camina muy rápido y nervioso
- Olfatea el suelo
- Camina haciendo círculos
Otros lloran, miran a su dueño con cara de pena. Adiestrar a tu perro también implica aprender a entender el lenguaje de los perros. Cuando sepas que te estás acercando a la hora o ves alguna señal lleva a tu perro a la zona elegida para que sea allí donde haga sus necesidades. Si consigues llevarle a tiempo y realiza el orín no le interrumpas, espera a que acabe para felicitarle, ya sea mediante una golosina, una caricia o palabra amable, todo vale mientras utilices el refuerzo positivo.
Empieza a reducir la zona de periódicos
Con el paso de los días aprenderás a identificar las zonas preferidas de tu cachorro para orinar en su corral de perros. Primero quita algunos periódicos del lugar más lejano a aquéllos que tu perro ensucia. Es decir, si tu perro ensucia al fondo, retira los papeles de la entrada. Después, quita más periódicos cada día, pero no apures mucho esto. Si tu perro ensucia algún lugar que no está empapelado, es porque has quitado los papeles muy pronto. En ese caso, vuelve a empapelar una superficie más grande, o incluso todo el cuarto.
Cuando tu perro se haya acostumbrado a hacer en un área pequeña, puedes empezar a mover los papeles hacia donde tú prefieras. Muévelos lentamente, no más de tres centímetros por día, hasta el lugar que tú hayas elegido. Eso sí, no acerques los papeles a su cama o a sus recipientes de agua o comida. Si haces eso, tu perro dejará de hacer sus necesidades sobre los papeles.
¿Qué ocurre si mi cachorro no aprende?
Si por lo que fuese, no conseguiste enseñar a tu cachorro a ir al baño y, por ende, no hace sus necesidades en la zona marcada, no te preocupes y ante todo no le riñas, no está haciéndolo a propósito. Vuelve a empapelar toda la zona y a empezar el proceso desde el principio.
Recuerda que, si tiene menos de seis meses, no podrá controlarse por mucho tiempo. Algunos perros no lo logran hasta el año de vida. Así mismo, nunca dejes a tu perro solo en casa en cualquier lugar, debes dejarle siempre en el parque de cachorros.
¿Y si he castigado a mi perro y ahora tiene miedo?
Es muy habitual que algunos dueños acerquen la nariz de sus perros a los restos de desechos o los papeles sucios como modo de castigo. Al margen de que no es en absoluto recomendable hacer esto, realizarlo no ayudará a tu perro a entender más, todo lo contrario, tu perro tendrá miedo e inhibirá su actitud, así como su posible aprendizaje. También puede ocurrir que debido a este método tu cachorro empiece a recurrir a la coprofagia, es decir, comerse sus heces o lamer los orines, principalmente por miedo a que le riñas otra vez.
Evita totalmente el castigo de la vida del cachorro y del perro adulto, apostando por métodos positivos y una enseñanza basada en las recompensas, pues estudios demuestran que es la mejor forma de hacerles aprender y recordar. Si has castigado a tu cachorro y te teme, intenta recuperar su confianza realizando ejercicios, juegos y actividades nuevas, así como premiándole siempre que tengas la ocasión.
3. Elimina los baños prohib >
Durante la etapa de entrenamiento, invariablemente habrá accidentes, y en ocasiones tu cachorro hará sus necesidades donde no debe. Para evitar que los olores a orines y heces lo motiven a orinar este lugar de nuevo, es recomendable aplicar un repelente para perros.
Uno de los que mejores opiniones tiene en las redes sociales fue inventado y está hecho en México, y se llama ¡Ahí No! de la marca Señor Dog®. Su combo de entrenamiento es efectivo en 9 de cada 10 cachorros de cualquier raza, tamaño y edad (mayores a 4 meses).
Recuerda que los cachorros no dominan por completo sus esfínteres hasta después de los 4 meses de edad, por lo que es muy normal que sucedan estos accidentes. No te preocupes y ante todo no le riñas, tu cachorro no lo está haciéndolo a propósito. Procura no dejar a tu perro solo en casa en cualquier lugar, y cuando salgas de casa siempre déjalo en el corral de perros.
El periódico no puede sustituir al parque
Es importante señalar que el tener una zona para que el cachorro aprenda a hacer sus necesidades en casa no puede en ningún caso sustituir a sus paseos. En cuanto el perro pueda salir a la calle (al principio debe permanecer en casa por las vacunas), debes aprender cómo enseñar al cachorro a pasear por la calle. Fijar una zona en casa es solo una solución temporal hasta que el cachorro aprende a controlar su vejiga.
¿Por qué es importante pasear al cachorro después de vacunarse?
Lo que acabamos de mencionar es muy importante por dos motivos. El primero es la socialización, el proceso por el cual tu cachorro aprende a relacionarse con otros seres humanos, otros perros y con el mundo en general. Si en los primeros meses el cachorro no sale, puede desarrollar miedo y estrés grave que luego serán imposibles de reconducir hasta una conducta normal.
El segundo motivo es que, sin darnos cuenta, podemos estar enseñando a nuestro perro a orinar únicamente en papeles de periódico. Aunque te parezca extraño, hay perros que se niegan a hacer sus necesidades en el parque. Es normal, han aprendido que solo deben hacerlo en el periódico.
Una vez tu perro tenga todas sus vacunas al día, será el momento de enseñar a tu cachorro a hacer sus necesidades fuera de casa, es decir, enseñarle a ir al baño otra vez. Es fundamental para su bienestar y socialización, no lo olvides.
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Sea en su cama o en su cojín, enseñar a un perro a ir y permanecer en su sitio es uno de los objetivos básicos que debemos considerar por su utilidad.
Todos sabemos que los perros son animales de costumbres y que su comportamiento va muy ligado a que establezcamos con ellos ciertas pautas y nos ciñamos a una serie de normas que respetemos siempre sin excepción. Si no queremos que nuestro perro suba a nuestra cama, por ejemplo, lo adecuado es no permitírselo nunca y enseñarle que no debe hacerlo desde que es un cachorro o desde que llega a casa (en caso de haber adoptado un perro adulto).
Más allá de que un perro aprenda a sentarse o tumbarse cuando se lo pidamos, enseñarlo a permanecer en su sitio es, sin duda, algo básico y de mucha utilidad.
En nuestro caso, Elma no tuvo excesivas dificultades para aprenderlo y nos alegramos mucho de habernos esforzado al enseñarla porque es tremendamente útil para muchas circunstancias que se dan todos los días: cuando llaman al timbre y sale corriendo y ladrando hasta la puerta, cuando viene a casa una visita y ella insiste en sentarse encima de ellos, cuando estamos sentados a la mesa para comer…
Por ello queremos compartir con vosotros cómo enseñamos a Elma a ir y permanecer en su sitio.
En primer lugar hay que elegir cuál es “el sitio” donde queremos que nuestro perro permanezca tranquilo (una vez aprende la orden puede hacerse extensible a otros lugares).
En nuestro caso elegimos el cojín donde Elma suele descansar mientras trabajamos o mientras hacemos cosas en casa.
Una vez elegido el cojín, lo colocamos no muy lejos de Elma (a su vista) y verbalizamos la orden (nosotros elegimos la frase “a tu sitio”) realizando un gesto con brazo y dedo índice extendidos en dirección al cojín.
Las primeras veces Elma nos miraba confusa porque no entendía qué le estábamos pidiendo. Entonces le guiamos con una chuche a la altura de su trufa hasta el cojín repitiendo la orden “a tu sitio”. Una vez llega al cojín le damos el snack expresando en voz alta la orden que en casa utilicemos siempre que hace algo bien. En nuestro caso usamos “muy bien”.
Elma subió al cojín desde los primeros ensayos y le premiamos sobre él. Sin embargo, puede haber perros que no lo hagan. Si es vuestro caso, premiarle cuando llegue junto al cojín las primeras veces y poco a poco id exigiéndole más hasta que se suba en él.
Tras varias repeticiones (más o menos dependiendo del perro) iréis viendo que vuestro compañero identifica la orden verbal con ir a su sitio y sentarse y ya no será necesario guiarle con una chuche.
Aunque el hecho de “ir a su sitio” esté prácticamente automatizado, es probable que al principio (nos ocurrió con Elma) se levante de su cojín a los pocos minutos. Es el momento de repetir la orden de nuevo y así tantas veces sea necesario.
Sin duda, resulta algo tedioso hasta que el perro atiende a la orden solo con que la verbalicemos y hagamos el gesto con brazo y dedo, pero es muy útil para numerosas situaciones y, una vez lo han aprendido, extensible a otros “sitios” donde nuestro perro suele permanecer para estar tranquilo y descansar (cojines, cama, tipi…).
Con Elma nosotros lo usamos tanto cuando llaman al timbre, como cuando estamos sentados a la mesa, cuando estamos cocinando o cuando nos vamos a dormir y ella tiene el día juguetón, se hace la remolona y no quiere ir a su cama.
Esperamos estas sencillas pautas os sean de utilidad con vuestros perros y aprendan a ir a su sitio cuando se lo pidáis ¡Probadlo y contadnos vuestra experiencia!
¿Cuándo usar la orden ”a tu sitio”?
La orden ”a tu sitio” no puede utilizarse como una excusa para no estar con el perro. Este animal es un peludo que vive en grupos sociales, en familias, y no saben estar solos. Si vas a pasar mucho tiempo fuera de casa, a la vuelta tienes que responsabilizarte del animal, es decir, tienes que sacarlo a pasear, jugar mucho con él y darle los mejores cuidados para que sea feliz todos los días.
Esta es una orden que sólo debería usarse en casos como el que he comentado al principio: cuando estemos comiendo, o antes de que nos vayamos, o en situaciones así.
¿Cómo enseñársela al perro?
Los pasos, como vas a ver, son muy sencillos. Sin embargo, tienes que tener siempre presente que el peludo va a necesitar muchas repeticiones hasta que por fin lo aprenda:
- Enséñale una golosina para perros que le guste mucho (son muy recomendables las de beicón, pues tienen un olor bastante intenso), y úsalo para llevarlo hacia ”su” sitio.
- Después, pídele un ”sit” o ”sienta” y, enseguida que veas que empieza a hacerlo, dile ”a tu sitio”. Si no sabes cómo enseñarle a que se siente, haz clic aquí.
- Luego, dale una golosina como premio.
- Y ahora, aléjate unos 30-50cm. Es muy posible que el peludo enseguida se levanta y vaya hacia ti, pero entonces tú tendrás que repetir los pasos.
Repite muchas veces, alejándote siempre un poco más. Así llegará el día en el que podrás darle la orden aunque estés comiendo 😉 .
¡Mucho ánimo y paciencia! Seguro que lo conseguirás.