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Cómo es el Dálmata

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Cuando la hembra tiene el primer celo, cosa que ocurre entre los 8 y los 12 meses de edad, debemos tenerla alejada de cualquier macho, pues entonces, al mínimo descuido, podría ser cubierta por uno, tanto sea de raza como no, la presencia del macho en el primer celo es totalmente indeseable, pues la madre todavía no está formada y por lo tanto, no debe tener todavía pequeños. A los seis meses volverá el celo y así sucesivamente durante toda su vida, pero no deberemos aprovechar para que realice el servicio con el macho hasta el tercero. Por eso, la perra deberá tener un mínimo aproximado de 20 meses, mientras el macho tendrá dos años cumplidos.

La duración aproximada del celo es de alrededor de 19 días, pero los días más indicados para que la perra reciba bien al macho son los comprendidos entre el 9 ° y el 14 ° día, no obstante, deberemos tener cuidado durante el resto de días (tanto los anteriores como los posteriores) pues existe el riesgo de que sea preñada por otro macho, distinto del designado. La forma más práctica para estar seguros de la ausencia de visitas inoportunas, consiste en aislar a la perra durante aquellos días. Sabremos que es el momento indicado para que la hembra reciba al macho, cuando, al acariciar la grupa de la perra, ésta coloque la cola caída y visiblemente ladeada hacia uno de los lados. El período de gestación dura entre 58 y 62 días, pero puede adelantarse o atrasarse en dos o tres.

Durante todo el embarazo, la hembra deberá recibir unos cuidado especiales en cuanto a alimentación, pero no puede indicarse un sistema especial a seguir, pues dependerá de su edad, del estado general y también del peso, el que deba hacerse una cosa u otra, por eso, es conveniente que el veterinario la visite, mas antes de haber sido cubierta, deberemos haberle dado algún vermífugo con objeto de que la medicación y los alimentos extra que le administremos hagan el efecto deseado, así como evitar que los pequeños nazcan infestados de parásitos intestinales.

Deberá evitarse que la perra, durante el tiempo que dure el embarazo, acumule un exceso de grasas en el organismo, por lo que la someteremos a ejercicios pero sin cansarla. Quince días antes de la fecha prevista para que la perra tenga los pequeños, deberemos preparar un lugar debidamente acondicionado para el parto. Hay que procurar que sea un lugar seco, sin corrientes de aire y no demasiado frío, considerándose idóneas las temperaturas que oscilen entre los 18 ° y 20 ° centígrados, si la temperatura fuera más baja, deberá colocarse una estufa o emplearse cualquier sistema de calefacción, que en ningún caso debe ser excesiva. Los infrarrojos no son muy recomendables si no se saben emplear, usándolos demasiado fuertes existe el riesgo de la deshidratación, pero siguiendo las instrucciones de algún profesional podremos apreciar su eficacia.

Dispondremos pues, de una caja de madera rectangular en la que, nada más haya la base y los lados, siendo el delantero más bajo (de unos quince centímetros de altura aproximadamente) de forma que la madre pueda entrar y salir cómodamente y le evitemos efectuar salto alguno, con el que sería fácil que, sin querer, dañara algún pequeño. Alrededor de la caja y en el interior, habrá un listón de madera, que estará clavado formando línea paralela con la base y a unos siete u ocho centímetros de altura, con objeto de evitar que, al colocarse uno de los pequeños detrás de la perra pudiera quedar aprisionado entre ella y la caja.

Deberá haber alguien dispuesto a cuidar de la perra en cuanto nazcan los perritos, naturalmente, la persona más idónea será aquella que más compenetrada esté con ella, pero no estará de más que, para los primeros momentos, se encuentre entre nosotros algún criador profesional o, mejor aún, el propio veterinario que la asiste normalmente.

Para evitar problemas de adaptación, cuando dispusimos el lugar e instalamos la caja, debidamente preparada, debimos tener la precaución de dejar que la perra entrara y saliera de su nueva casita, de forma que se fuera acostumbrando al nuevo sitio. Rápidamente podremos observar si el lugar que le ha sido asignado es de su agrado, en caso negativo, no tratemos de que se acostumbre a él, pues no lo vamos a lograr, en estos casos vale más cambiar de sitio, que no correr el riesgo de que la perra se vaya del lugar y deje a toda la camada abandonada.

Tendremos preparado en el suelo un saco muy limpio, o paja fina para que nazcan allí los perritos, a medida que vayan naciendo, la madre les irá cortando el cordón umbilical uno por uno, operación que realizará rápidamente con los dientes, a veces ocurre que no lo hace, entonces es cuando debemos actuar nosotros y cortarlo con unas tijeras procediendo, seguidamente, a ligar el cordón. No es frecuente que se dé este caso, pero cuando pasa, si es la primera vez, agradeceremos la presencia del facultativo o del profesional, pues resulta desagradable tener que actuar sin ninguna experiencia.

El hecho de que ayudemos a la perra, no deberá suponer que ésta se sienta desplazada, por eso debemos limitarnos a lo imprescindible y evitar el peligro de que la madre llegue a abandonar la cría por creerse substituida en sus funciones.

Los dálmatas, cuando nacen, son completamente blancos, apareciendo a las dos semanas pequeñas manchas, se trata casi de indicios, que se van acentuando gradualmente hasta los dos años e incluso los tres, pero esto ya no es frecuente. Las manchas suelen ser de color negro, pero hay ejemplares que las tienen sepia o marrón, color que está igualmente admitido, lo que no se tolera es que las manchas estén mezcladas con los dos colores, o que unas sean negras y las otras sepia (tricolores). Ejemplares con manchas amarillas o color crema no están admitidos por el standard, de forma que no pueden competir en exposiciones, ni tener descendencia con pedigree, pues aun en el caso de que aquél lo tuviera, llevaría estampada la inscripción de «no apto para exposiciones ni para reproducción».

Normalmente nacen de 6 a 8 cachorros, pero, a veces, la cifra es mayor, llegando a 10 y superándola incluso. En casi todos los países no está limitada la cantidad de cachorros que puede alimentar la madre, pero en Alemania, el «Club» permite que la madre críe solamente ocho, encargándole el resto a una nodriza, que puede ser mestiza, importando únicamente el tamaño, el cual deberá ser, aproximadamente, el de una hembra normal de aquella raza. En el pedigree alemán consta si el cachorro ha sido criado por su madre o una nodriza, indicándose la cantidad de cachorros que formaban la camada, así como los que han sido criados de una forma o de otra.

El empleo de la nodriza se hace posible más bien para criadores profesionales, al aficionado le resultará muy difícil tener una perra de repuesto por si se ve precisado a hacer uso de ella en un momento dado.

Aun cuando en España no está limitada la cantidad de cachorros que se pueden inscribir en el L.O.E. en cada camada, si por cualquier circunstancia no pueden ser inscritos y se sabe de antemano que será difícil colocarlos, es más humanitario sacrificarlos en el momento de nacer, dejando a uno para que lo críe la madre, que tratar después de regalárselos a personas que no los van a poder tener. Cierto que los perros de raza difícilmente se abandonan, pero de todas formas, es muy importante averiguar a dónde irán a parar antes de cederlos.

En una misma camada hay diversos tipos de ejemplares, unos son francamente grandes con relación al promedio y otros muy pequeños, dándose casi siempre entre ellos algún «canilito» (el cachorro más canijo), mucho más pequeño que el resto de sus hermanos. No queremos decir con ello que éste deba despreciarse, desde que el perro nace hasta que puede presentarse en una exposición con ciertas posibilidades de éxito, ha transcurrido prácticamente un año y medio, y en este espacio de tiempo pueden mejorar mucho unas cosas y dejar de progresar otras, por eso, el cachoro de pocas horas, e incluso de pocas semanas, es un interrogante de cara al futuro y prácticamente nadie, antes de que tenga cerca de los cuatro meses, podrá pronunciarse en ningún sentido.

Si hemos tenido las precauciones que recomendamos, aun siendo novatos, es posible que superemos satisfactoriamente este primer momento y los días que sigan, aun no siendo muy cómodos, no sentiremos tanto el peso de la responsabilidad, ya que nos limitaremos a observar y controlar constantemente, para llegado el momento, poder advertir telefónicamente a quien sea de nuestra confianza. Sobre ciertos sistemas que existen para provocar cada cuatro meses el celo, de forma que puedan tenerse tres crías al año con una misma perra, debemos hacer unas consideraciones, con objeto de que no puedan ser llevadas a cabo. Dicho procedimiento no podemos considerarlo válido, en primer lugar, por razones de ética para con los animales: una hembra no puede quedar embarazada a los dos meses, tener los pequeños, amamantarlos durante casi otros dos meses y, luego, por medio de una inyección determinada, volver a estar en condiciones de recibir los servicios del macho y ser de nuevo cubierta.

Una perra, después de haber criado, necesita recuperarse, creo que todos imaginamos el desgaste que representa para una hembra el haber nutrido a seis o más cachorros durante casi dos meses (además del trastorno que representa el hecho de la gravidez y el parto), tampoco es posible que los cachorros nacidos puedan ser sanos y fuertes. Son ya varios los países que no admiten inscripciones en en el Libro de Orígenes correspondiente, cuando advierten que se trata de ejemplares cuyos propietarios han empleado prácticas tan desaconseja Nes, existiendo incluso naciones donde sólo se permite una sola carnada por perra y año. Por todo lo expuesto, creernos que pronto caerá en desuso dicha práctica.

¿Cómo debe ser el dueño y el entorno de un perro Dálmata?

Esta raza requiere de mucho ejercicio por lo que los amos de un perro dálmata no pueden ser personas sedentarias y mucho menos personas que se ausenten mucho tiempo de casa. El animal debe salir a correr todos los días y si eres una persona que viaja mucho por negocios y casi nunca está en casa, esta raza no es la conveniente para ti.

Lo ideal para esta raza es vivir en una casa muy espaciosa con un amplio jardín, los apartamentos pequeños no serán apropiados para estos perros. Hay que tener en cuenta que el pelaje de los dálmatas es fino y no puede vivir en el exterior, ya que no soporta temperaturas extremas de frio o calor.

¿Cuales son los cuidados necesarios de un Dálmata?

Los perros dálmatas requieren de pocos cuidados. Hablando de higiene se debe atender solo lo básico como el corte de uñas y el cepillado del cabello. Se recomienda hacer un cepillado diario para no tener grandes molestias con la perdida de cabello en casa, ya que el pelo del perro es muy corto y suele acumularse en lugares intricados de la casa. Por otro lado los dálmatas son perros muy limpios y sin olor. Se recomienda dar un baño solamente sin es necesario con jabón o champú para perros.

La actividad física es muy importante por lo que todos los días el perro debe salir a caminar o correr y si es posible hay que tener diversas actividades como salir a parques para perros para que aprenda a interactuar con diversos animales. No se limite y realice diversas actividades con su mascota como ir de pesca o a la montaña. Adiestrar a esta raza es muy fácil, ellos con facilidad pueden realizar diversas tareas como por ejemplo la búsqueda de objetos.

Respuestas

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Pekeño Dara cria Lo normal, al igual que las demas razas de Perros, Entre 4 a 8

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yo iba a decir 101 o 102 dalmatas

pero me ganaron

jajajaja. 101 dalmatas

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Cachorros y Gestación del Dálmata

La gestación de las perras dálmatas es de 62 días, aunque se puede atrasar o adelantar. Cuando sepamos que una perra está embarazada lo más sano es llevarla al veterinario. Cada hembra requiere de cuidados especiales y todo depende de la edad de la perra. La alimentación y las vitaminas son recetadas dependiendo del perfil de la madre. Cuando llegue el momento de dar a luz, se recomienda acomodar un nido cómodo y limpio para que la perra se eche con sus bebes. El amo de la perra debe estar al pendiente que la perra empuje todos los cachorros y además debe estar muy al pendiente de que la perra cumpla sus funciones de madre como limpiar el cuerpo de sus hijos y cortar el cordón umbilical sin hacerles daño. También hay que estar atento si por casualidad la madre llegase a abandonar a un recién nacido o surja alguna emergencia.

Una vez nacido los cachorros deben estar unos 40 a 60 días con la madre, de allí debemos ayudar a la perra con el destete proporcionado alimentos semisólidos complementarios. Hay que destacar que las características manchas de estos perros aparecen en sus primeros meses de vida e inicialmente son totalmente blancos.

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Principales problemas de Salud del Dálmata

Las lesiones en los oídos es muy común para estas razas, se puede originar al pasar de los años o bien puede ser una patología de nacimiento, como quiera que sea hay que estar muy pendiente de la salud y la alimentación de los perros, y no perder consultas veterinarias de control.

Reproducción de los dálmata

Las hembrasdálmatas suelen tener el primer celo entre los 8 y los 12 primeros meses de vida. Un proceso que se repetirá cada seis meses. Si queremos que nuestra perrita sea madre, es aconsejable emparejarla una vez ha pasado su primer celo, siendo preferible no obstante esperarse al tercero, pues es cuando nuestra dálmata ha madurado por completo, por lo que la monta será más efectiva y habrá posibilidad de embarazo. En el caso de los machos, sin embargo, a pesar de que son fértiles a los seis meses de vida, es recomendable esperarse a que también maduren por completo, un hecho que suele acontecer cuando cumplen un año.

El mejor lugar para la monta

La etapa más fértil de la hembra de dálmata suele ser a los nueve días desde que se produjo el sangrado. Se aconseja que el lugar donde se produzca la monta sea un sitio sin distracciones y tranquilo, es decir, mejor en un espacio cerrado sin mucho estrés que en un parque. Lo ideal es que la hembra vaya al hogar del macho, pues de lo contrario, esta puede sentirse intimidada al ver entrar a un desconocido en su casa.

El embarazo de una hembra dálmata suele durar entre 58 y 62 días. Se trata de una raza muy prolífica, pues las hembras pueden llegar a tener más de diez cachorros. Además, cada camada será más numerosa que la anterior. Motivo por el que no resulta extraño el título de la película que popularizó a esta raza, 101 Dálmatas.

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