La detección temprana de esta afección puede evitar que un can se quede ciego
Con el paso de los años, nuestras mascotas padecen diferentes enfermedades que minan su estilo de vida. En el caso de las cataratas en perros, les impide ver correctamente y les puede llevar a la ceguera.
¿Qué son las cataratas en perros?
Cuando nuestra mascota pasa el umbral de los ocho o nueve años, se le considera en la tercera edad, igual que sucede con las personas. Y las enfermedades que sufre a partir de ese momento son similares a las de los ancianos humanos.
Las cataratas en perros no son la excepción. Se trata de una opacación del cristalino del ojo, el cual tiene la función de enfocar los rayos de luz en la retina. Cuando aparece esa especie de ‘tela’ blanquecina o azulada, la visión del animal disminuye.
No todos los perros ancianos padecen este problema, ya que se desencadena como un defecto genético hereditario. En algunos casos incluso aparece en animales jóvenes.
Es necesario diferenciar con otro problema sí específico de los ancianos: la esclerosis de cristalino. Esta condición produce el endurecimiento del ojo y produce un tono grisáceo. El veterinario es el encargado de detectar de qué se trata.
Normalmente, la formación de cataratas en perros es lenta, es decir, que no aparece de un día para el otro. La excepción se da si el animal ha tenido algún problema específico, como por ejemplo un traumatismo, una inflamación no tratada o diabetes.
Existen diferentes razas que son más propensas a la aparición de cataratas: cocker spaniel, pequinés, schnauzer, golden retriever, husky siberiano, fox terrier, labrador y pastor inglés. Sin embargo, esto no quiere decir que las demás estén exentas de padecerlas.
Y aunque se trate de una enfermedad hereditaria, la detección temprana puede evitar que el animal se quede ciego. En cuanto a la prevención o retraso de la aparición de las cataratas, se aconseja prestar atención a la higiene ocular, que lleve una alimentación saludable y que reciba chequeos anuales con el veterinario.
¿Cuáles son los síntomas de cataratas en perros?
Son muy características y visibles las señales de cataratas en perros. Al principio, el animal puede experimentar lagrimeo excesivo y secreción ocular, que en muchos casos se confunde con una infección o falta de higiene.
Pero luego, con el paso del tiempo, el cristalino se vuelve opaco y queda cubierto por un círculo blanco o azulado. A esto se le suma la intolerancia a la luz: el perro se mantiene siempre en áreas con sombra de la casa y, cuando sale a la calle de día, agacha la cabeza o parece estar cegado.
Es muy importante detectar las cataratas a tiempo, ya que estas ocasionan una merma en la visión del animal. Si bien es verdad que el principal sentido de los canes es el olfato, lo cierto es que también necesitan de sus ojos para la vida cotidiana.
¿Se pueden tratar las cataratas en perros?
La única manera de eliminar las cataratas en perros es mediante una cirugía que extrae el cristalino. Esta intervención quirúrgica incluye el reemplazo por una lente intraocular que evita que se desarrolle nuevamente la patología.
El porcentaje de efectividad de esta cirugía con ultrasonidos es de alrededor del 95%. Debes tener en cuenta que, si bien la operación le devuelve al animal cierto grado de visión, no es capaz de que tenga la vista al 100% como cuando era cachorro o joven (o incluso antes de padecer las cataratas).
También es importante saber que no todos los perros pueden ser operados de cataratas. Primero se necesita un estudio médico general, que avale la intervención, ya que se utiliza anestesia general.
Los cuidados posteriores a la operación son clave. Deberá llevar collar isabelino al menor dos semanas, no podrá hacer esfuerzos ni ejercicio, tampoco se lo podrá bañar y requerirá de limpiezas de la zona varias veces al día. Después de la primera semana, el can irá recuperando la visión y se reducirá la sensibilidad a la luz, sobre todo solar.
¿Qué son las cataratas?
Cuando un perro tiene cataratas lo que le va a ocurrir es que el cristalino, que vendría a ser como una lente intraocular, se vuelve opaco, pudiendo tener manchas o bien una única gran mancha blanca y azulada. Cualquier can de cualquier raza y edad puede tenerlas, pero es más habitual que aparezcan entre los 5 y los 7 años.
Eso sí, se tiene que tener en cuenta que a veces son hereditarias. Cuando ésto pasa, un cachorro puede nacer ya con ellas o desarrollarlas poco después del nacimiento.
¿Cómo se tratan?
Es el único tratamiento eficaz para que el perro pueda volver a ver con normalidad. Con esta intervención, con una hora de duración para cada ojo, el veterinario le extraerá el cristalino, de modo que la catarata no podrá volver a desarrollarse. Al día siguiente se le hará una revisión post-operatoria para ver que el ojo operado se está recuperando bien.
Una vez en casa, tendremos que seguir el tratamiento postoperatorio que implicará colirios antibióticos y antiinflamatorios, así como asegurarse de que el animal no se quita el collar isabelino en las 2-3 semanas posteriores a la intervención.
Tratamientos alternativos
Cuando las cataratas todavía son inmaduras, un veterinario puede recomendarnos gotas de carnosina de 2% de antioxidante, así como agregar vitaminas A, C y E a la comida para retrasar el desarrollo de las cataratas. Pero hay que tener muy en cuenta que estos remedios no son curativos.
Si queremos que nuestro amigo pueda volver a ver con normalidad, lo único que se puede hacer es llevarlo al profesional.
Las cataratas no se curan por sí solas. Si sospechamos que los ojos de nuestro perro no están bien, debemos de tomar medidas.
Visión borrosa
A medida que la catarata se está formando, la visión del perro pierde nitidez y se va haciendo más borrosa, en ocasiones hasta puede tener visión doble, por eso tendrá dificultad en reconocer correctamente cualquier objeto, formas o personas que se encuentren lejos, su visión nocturna se verá mermada y puede desarrollar algún grado de intolerancia a la luz (fotofobia).
Cuánto tarda en formarse una catarata
Cuanto mayor es el proceso de avance de la catarata menor será la capacidad visual del perro, pudiendo golpearse con personas y objetos, desenvolverse con torpeza o mostrando tendencia a no separarse de su propietario por temor a moverse solos sin ver bien. Notaremos que ya su pupila es de un color casi totalmente blanco y el cristalino es casi opaco en su totalidad. Si no se trata, puede llegar la ceguera total para nuestra mascota.
La cirugía de cataratas
Si el perro es operado de cataratas es fundamental seguir escrupulosamente las recomendaciones del veterinario durante todo el proceso postquirúrgico (protección del ojo intervenido mediante un collar isabelino para evitar que el paciente se lo toque, posibilidad de que no tenga contacto con otros perros, o que lo haga con cuidado, cierto reposo durante la recuperación, curas, revisiones o tratamientos con medicamentos que eviten infecciones, entre otras indicaciones que el profesional nos dará).
La higiene de los ojos del perro
Para una buena salud ocular de nuestros perros, es conveniente observar regularmente sus ojos: ante un lagrimeo excesivo, presencia de legañas, supuración, fotofobia o si vemos que se restriega con frecuencia los ojos, como si algo le molestara, es preciso visitar al veterinario para que lleve a cabo una exploración.
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¿Qué perros pueden padecerlas?
Cuando las cataratas son producidas como algo secundario por otros problemas principales como accidentes con traumatismos en el área, diabetes, etc., pueden presentarse a cualquier edad en los canes. En el caso de las cataratas hereditarias pueden darse desde el momento del nacimiento, a las cuales se las conoce como cataratas congénitas y aproximadamente hasta entorno a los 5 o 7 años, por lo que a estas se las conoce como cataratas juveniles. Éstas últimas son las más frecuentes.
Dejando de lado la edad del perro, resulta que hay razas más propensas que otras a padecer este problema en los ojos. Algunas de las razas que tienen más facilidad para presentar esta afección ocular, mayormente en casos hereditarios, son las siguientes:
- Cocker Spaniel
- Caniche
- Schnauzer
- Fox terrier de pelo liso
- Fox terrier de pelo alambre
- Bichon frisé
- Husky siberiano
- Golden retriever
- Labrador retriever
- Pequinés
- Shih tzu
- Lhasa apso
- Viejo pastor inglés o bobtail
Operación de cataratas en perros
La oftalmología veterinaria ha evolucionado mucho en los últimos años y precisamente el campo de la cirugía de las cataratas es uno de los aspectos que más ha mejorado. Esta cirugía es el único tratamiento que sirve para eliminar las cataratas. Se trata de la extracción del cristalino, por lo que una vez operada la catarata no puede volver a desarrollarse. En el lugar que antes ocupaba el cristalino, se coloca una lente intraocular. La intervención se lleva a cabo con una técnica de ultrasonidos. Esta cirugía es la mejor opción para solucionar el problema de nuestro perro, con el 90-95% de casos exitosos. Se le devuelve al can un elevado grado de visión, pero no será nunca la visión completa que poseía antes de la aparición de las cataratas, aunque hay que recordar que la visión de los perros no es uno de sus principales sentidos. Así podremos conseguir que nuestro fiel amigo recupere calidad de vida y vuelva a llevar una vida completamente normal.
Esta intervención quirúrgica dura aproximadamente una hora por cada ojo. Aunque, en principio, no es necesaria la hospitalización del perro, es vital que a la mañana siguiente se realice la primera revisión postoperatoria. Las primeras semanas tras la operación, deberemos procurar que nuestro amigo peludo haga una vida muy tranquila. Deberá llevar un collar isabelino, al menos durante las dos o tres primeras semanas, tendremos que pasearlo con arnés de pecho y no con collar, vigilaremos que no realice ejercicio en exceso, pues debe reposar, no podremos bañarlo y deberemos asegurarnos que otros animales no se le acerquen a la cara para evitar posibles problemas en los ojos recién operados.
Tras la cirugía se debe continuar con las revisiones periódicas para asegurarse de que no hay complicaciones que impidan la recuperación total de los ojos del perro. Es vital seguir todo el tratamiento postoperatorio, que seguramente implique colirios antibióticos y antiinflamatorios, que nos recomiende el veterinario y acudir a las visitas, para así poder detectar a tiempo irregularidades en la recuperación y solucionarlas. Aún así, realmente, la mayoría de los canes operados empezarán a notar una mejoría de la visión a los pocos días tras la intervención y con una recuperación sin apenas dolor.
Debemos tener presente que no todos los perros son operables de cataratas. Se deberán realizar un chequeo y unos análisis generales para comprobar la salud del paciente, como en cualquier otra intervención que requiera anestesia general. Además, será necesario un examen completo de los ojos para que el veterinario decida y compruebe si están en condiciones de ser intervenidos. Habrá que realizar también algunas pruebas específicas como un electrorretinograma y una ecografía ocular.
Aunque pueda parecernos un proceso algo largo, es muy recomendable que si nuestro perro afectado por cataratas resulta ser un candidato operable, se lleve a cabo la intervención quirúrgica. De este modo le estaremos devolviendo mucha calidad de vida y evitaremos que la catarata evolucione a problemas secundarios, que pueden ir desde una simple inflamación permanente, que obviamente es muy molesta y dolorosa para el perro, hasta la pérdida del ojo afectado.